Si tu perro de repente empieza a correr por toda la casa, con los ojos desorbitados y los muebles volando, felicidades: acabas de presenciar un caso clásico de zoomies. Es divertido, caótico y normalmente inofensivo. Pero si esos episodios ocurren cinco veces al día o se convierten en comportamientos destructivos, tu perro no está solo emocionado… está aburrido. Y un perro aburrido es un perro creativo. Créenos, no quieres que su creatividad recaiga sobre tus cojines. Vamos a solucionarlo rápido, con ideas inteligentes para el aburrimiento que van más allá de lanzar siempre la misma pelota.
1. Rompe la rutina: a los perros no les gustan los días predecibles

Los perros no se quejan en voz alta, pero la monotonía los vuelve locos poco a poco. Si tu rutina diaria es despertar, paseo corto, croquetas, siesta, y repetir, básicamente estás repitiendo el Día de la Marmota con tu perro. Claro que la estructura es importante, pero demasiada previsibilidad mata la emoción.
Introduce algo de novedad. En lugar de caminar por el mismo recorrido de siempre, prueba con un parque nuevo, una calle diferente o haz el paseo al revés. Oler aromas nuevos para ellos es como ver Instagram para nosotros. Estimula su mente y mejora su estado de ánimo.
No necesitas cambiar tu vida. Pequeños ajustes marcan una gran diferencia. Un juego rápido de “encuentra el juguete” antes del desayuno, tres minutos de tira y afloja después de cenar o enseñarle un truco tonto mientras preparas el café. La novedad crea enriquecimiento, lo que significa menos calcetines destruidos y más cordura para ti.
Consejo Pro: Los perros necesitan estimulación mental tanto como ejercicio físico. Incluso cambiar los juguetes a mitad de semana puede ayudar a romper con el aburrimiento.
2. La comida no es solo para comer. Es un juego.

Si tu perro termina la cena en menos de 30 segundos, estás perdiendo una gran oportunidad. Comer no debe ser solo tragar y ya. Es uno de los mejores momentos para darle estimulación mental diaria sin levantar más que una cuchara.
Prueba rellenar un Kong, esparcir croquetas por el jardín o congelar su comida en capas dentro de un comedero especial. Estos pequeños cambios convierten la rutina de alimentación en un desafío mental. Es como resolver un rompecabezas con la lengua, y sí, es tan satisfactorio como suena.
Varía para mantener su interés. Alterna entre una alfombra olfativa, una bandeja de muffins con pelotas, o tubos de cartón rellenos de premios. La idea es hacer que piense un poco más cada vez. Su mente se mantendrá activa mientras tú disfrutas de diez minutos de paz para revisar tus mensajes o tomar el café tranquilo.
Consejo Pro: El enriquecimiento mental durante las comidas es una de las formas más fáciles de reducir el aburrimiento y mejorar la concentración. Una mente cansada es una mente tranquila.
3. Enseña un truco inútil (sí, en serio)

Olvídate del “sentado” y “quieto”. Si tu perro ya domina lo básico, es hora de subir de nivel con algo más divertido… y un poco ridículo. Chocar la pata. Girar. Hacerse el muerto. Asomarse. Ninguno es esencial para sobrevivir, pero todos son oro puro para estimular su mente.
A los perros les encanta aprender. Y aún más, les encanta ganar. Enseñar un truco tonto les da un reto mental que refuerza su confianza. No es solo adorable. Satisface su deseo de resolver problemas y de conectar contigo. ¿Esa chispa en sus ojos cuando finalmente lo logra? Pura felicidad.
“Le enseñamos a nuestro Goldendoodle a girar y hacer una reverencia solo por diversión. Ahora los hace cada vez que quiere llamar la atención, y es mil veces mejor que ladrar o caminar en círculos. Aprender trucos le dio una vía sana para expresarse, y a nosotros más paz en casa.”
— Jenna S., usuaria de la app DogPack en Seattle
Mantén las sesiones de entrenamiento cortas y positivas. Termina siempre con una victoria. Dale un premio extra solo porque sí. No solo estás combatiendo el aburrimiento, estás fortaleciendo el vínculo y creando momentos mágicos para ambos.
Consejo Pro: Los trucos inútiles son armas secretas. Convierten días de lluvia o noches tranquilas en momentos de calidad que parecen juego, pero actúan como enriquecimiento.
4. Juega al detective: deja que use su olfato

La nariz de tu perro es un superpoder que está esperando ser usado. En lugar de lanzar el mismo juguete una y otra vez, convierte el momento de juego en una misión. Toma su juguete favorito o unas golosinas y escóndelas en otra habitación. Luego dile las palabras mágicas: ¡búscalo!
Empieza fácil con escondites obvios y aumenta la dificultad poco a poco. Debajo de un cojín. Detrás de una cortina. En una caja de zapatos vacía. Mientras huele y busca, tu perro no solo juega. Usa su instinto, activa su cerebro y obtiene una recompensa mental al tener éxito.
Este juego conecta con comportamientos naturales que muchas veces se ignoran en la rutina diaria. Es fácil de preparar y muy efectivo para gastar energía sin salir de casa. Punto extra si cambias los escondites cada día para mantener el interés.
“Empezamos a jugar ‘búscalo’ con nuestra Aussie Shepherd cada mañana antes del trabajo. Solo cinco minutos buscando premios detrás de los muebles lo cambiaron todo. Está más tranquila durante el día, y no hemos perdido ni un calcetín desde entonces.”
— Erin M., miembro de la comunidad DogPack
Consejo Pro: El olfateo no es solo un juego divertido. Satisface el instinto natural de tu perro de rastrear y resolver. Es uno de los mejores antídotos contra el aburrimiento que puedes ofrecerle.
5. Dale algo para masticar (que no sea tu zapato)

Masticar no es un mal hábito. Para los perros, es terapia. Alivia el estrés, calma los nervios y ejercita sus mandíbulas. El problema surge cuando no tienen nada apropiado para masticar. Y entonces tus zapatos, muebles o esquinas del sofá empiezan a parecer muy atractivos.
Ofrécele mejores opciones. Prueba con zanahorias congeladas, mordedores de goma resistente o palitos naturales. Guarda estos premios especiales para momentos de calma cuando tú necesites un respiro. Los mantiene ocupados y genera una asociación positiva con el descanso. Todos ganan.
“Mi bóxer solía masticar zapatos cada vez que me iba de casa. Empecé a darle una zanahoria congelada justo antes de tomar las llaves, y ahora corre al congelador en vez del armario. Ha sido un cambio total.”
— Lucas D., usuario de DogPack en Austin
Rota los juguetes y mordedores durante la semana para que no se aburra. Siempre supervisa cuando use huesos naturales o cueros, para evitar riesgos. El mordedor adecuado en el momento justo puede darte treinta minutos de paz y salvarte cientos en reparaciones.
Consejo Pro: Masticar es un calmante natural. Ofrecer opciones seguras y duraderas es una de las formas más fáciles de fomentar el buen comportamiento y evitar daños.
Último ladrido: el aburrimiento es el verdadero enemigo
Los zoomies son graciosos. El aburrimiento, no tanto. Cuando los perros no tienen suficiente estimulación, inventan su propia diversión… y eso rara vez termina bien para tus muebles. Por suerte, resolver el aburrimiento no requiere equipo caro ni horas libres. Un poco de variedad, juegos mentales y algo de juego intencional pueden marcar una gran diferencia.
Cambia la rutina. Alimenta su curiosidad. Ofrécele rompecabezas, tareas y formas de canalizar sus instintos. Tendrás un perro más feliz, una casa más tranquila y, con suerte, menos desastres. Tu sofá te lo agradecerá.
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